– ¡Y así me entiendo!
Me sosiego como el tiempo renaciendo del silencio años enteros, como un árbol retoñando en un sendero húmedo y recto, como el viento soplando hasta en los huecos y en … Sigue leyendo
En la estación de mujeres.
Acá a donde me has traído por si ahora puedo decirlo no existen casas, ni recintos, ni vive nadie conocido. Solo hay una fuente de vidrio, hecha del cristal más … Sigue leyendo
‒ Por pedir…
Heme aquí, tostando dulces con aromas de jazmín, anclado al tiempo que transita, sin más fin, rallando un hueso y redondeando un peso a mil. Rapado, alegre y sin embargo … Sigue leyendo
– Llámame cielo…
Me enamoré de un ángel pasajero que me pegó sus alas en el pecho, de una mujer con cuerpo de modelo, que con sus fuegos, me envió al cielo, dándome … Sigue leyendo
La eterna dicha…
Desearía tener un reloj que marque mis días, que se exalte como lo hago yo sin caer de rodillas, que su máquina sea mi carbón y que sin presión sea … Sigue leyendo
Los marineros ven pájaros.
Es quizás un tipo de eso que lleva atado a sus huesos el alma de los seres buenos, de talla como la de cualquier ciudadano parado con las botas puestas … Sigue leyendo
Cuando queremos…
No existen bodas de tiempos, de presentes con pretéritos, ni de futuros recuerdos con porvenires que veremos. No existen cuerdas de vientos que aten brisas a serenos, ni crepúsculos … Sigue leyendo