Juegos de alturas.
De la altura mujer, que tú me das, veo el mañana, por las mañanas surco las nubes que pasan, paso las tardes cogiendo sol sobre las palmas, mutando alas y … Sigue leyendo
Para prescindir de ayeres.
A través de las ventanas ayer te vi, toda oronda, a boca ancha en carmesí, sin las marcas de la vida, sin sufrir, elegante, esbelta y erguida, sonreír. Y pegado … Sigue leyendo
El eco atrae distancias.
Cada día que pasa se me agota la esperanza de volver a ver tu cara, frente a mi rostro en la mañana, o contra la mía en una butaca, sobre … Sigue leyendo
Así es la vida, mi vida…
Pégate a esta misma estufa aunque esté de tizne árida, aunque el lodo de su plancha más que el dolor cause lágrimas, que sentirás que se calma el frío que … Sigue leyendo
– ¡Ella!
Cuando augusta Dulcinea se le reviró al Quijote delirando con peleas, portando funda y botones, armadura y voz de jefa, este le respondió, mi Reina, espere a que le hagan … Sigue leyendo
‒ Hasta encontrarle…
Me perdí por el camino de Santiago, pues giré por donde el sol vaga en la noche y la luna se le va al atardecer con truenos de astros, a … Sigue leyendo
Desandando adagios.
He vivido tantos años que cuando miro al pasado me aparezco buscando algún retrato, el de un momento legado sin contarlo, el de la apuesta por luz en un otoño … Sigue leyendo
La carta de París (Epístolas sin sobre.)
Ya no se ni cuantas letras te he lanzado cabeceando, pues entre cartas y dados ya no recuerdo a cuantos juegos he apostado demostrándote con actos. Y a pulso remo … Sigue leyendo
Bárbara Lucíla la inquisidora.
En lares no tan remotos de donde escribo estos versos queda una mansión de ensueños que se asemeja a un convento. Es tan alta que toca el cielo y tan … Sigue leyendo
Adiós distancia…
Se me cayó el amor que te portaba, se acabó porque esperaba y no te dabas, se me apagó el motor y hasta mis lágrimas, secaron y ya no brotan … Sigue leyendo