Se ha fijado a la palabra y ella no le aporta nada,
se le ha quedado muda el alma y las migrañas lo
acalambran. Ciega las penas lo observan y se
dicen que carnada, la sordera no oye nada y los
dolores lo abrazan. Perdido anda en la distancia
siempre pensando a su amada; la ha perdido en
las desgracias y ahora ya no le queda nada.
Enciende un porro sin ganas, fuma y se esfuman
entre ansias por el laberinto donde anda. Ya no
se acuerda del alba y aunque aún le duela el alma
triste en recuerdos la llama. Se desvanecen las
falsas y un gran ardor lo desgarra. Sintoniza la
nueva radio y escucha un grito que mata; la clave
en sol suena baja, la nota en si, se desmaya…
Todo se queda en silencio y el entreacto no
acaba, la soledad de su sala le oscurece su cielo
en lágrimas; y el grito salta y se clava, le da dos
vueltas paradas y lo hecha al suelo sobre unas telas
de arañas. Lo ensarta como a un pez espada, por
la garganta, lo empuja, lo aruña, lo escupe y le da
palmadas; como nadie osó antes dárselas…
Lo mira fijo sin decir palabras…
Le sonríe con cinismo mientras muerde la mitad
de una manzana, dejándola encerada en su baba
envenenada, que gotea al suelo, enjuagándolo en
su lodo como lava por cañadas. La cruz sin pata a
su cuerpo clava, lo atolondra y lo vierte en rabia. Lo
hace llorar y lo enfada y en peso el cuerpo le alza; y
lo mantiene su lanza, hasta ver que el cielo se abra.
Y luego lo mata a mansalva con una puñalada por
la espalda que lo deja entrepunzadas. El dedo le
huele a bala perdida entre sus piernas atontadas,
lo saca, lo lame, lo empapa y le da a lamer por su
cuenta. Le pregunta si lo ama y no se escuchan
palabras, le esculpe en mármol su lápida y luego
levanta su espada con un madero en la diestra.
Lo quema en su cruz y lo apaga con el orine de
una estrella insurrecta. Lo tira al fuego grave de
sus melodías amargas, lo diseca, lo atormenta, lo
hace cenizas y se las mete en la garganta. Luego
con su doble filo de guataca se sienta a respirar su
digestión atragantada; la pena amarga que jacta.
Y ya no sé ni cómo el acto acaba porque la leyenda
es larga. Y luego el Ave Fénix se destraba de la trampa
que lo ataba, se estira y se desacalambra, se da las
gracias por nada y sale a luchar su barca para remar
al mañana…
Ya no sé ni cómo pasa porque al final no hay palabras;
y la vida no se acaba hasta que el alma no parta. Ahora
sé que no se acaba solo por un par de trampas, ni por
trancas ni por hachas; ni por el limbo en desgracias,
perdido como una amada. Si me dicen sabia santa,
responderé caña brava, destino invertido y mecánicas.
Pic. by Tony Cantero Suárez.
Mi nombre es Rafael Antonio Cantero Suárez, alias Tony. Nacido en la vieja Villa de Trinidad, Cuba, el 26 de junio de 1970, hijo de una maestra y un decorador, la madre razón y el padre lógica, y para más hermano de una capricornio del alma que ya me las ha perdonado todas. Por lo que hoy debo más que nunca antes… Respeto y valor para presentarme como soy, sin complejos destructivos ni delirios excesivos que me hagan morir de rabia, de envidia o de pesadillas. Y de verdad que lo siento pero nadie debería dejarse desestabilizar ni siquiera el más mínimo de los sentidos. Y en esto, si me leen, pienso que al final estaremos más o menos todos de acuerdo, y así yo lo estaré conmigo y con ustedes al mismo tiempo y en casi todos los sentidos.
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La literatura es la mentira en la que más creo.
lindo galimatias del ave fenix y su descalambrarse pero si es cierto que en la vida surgen de las cenizas muchos males que no son faciles de erradicar… un saludo por tu oporuno poema.
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Como tu bien dices Gini, nuestras vidas son portadoras de montentos de todas las indoles que a veces hasta nos parecen interminables ya que por demás son espiritual y emocionalmente destructores de nuestro fisico…
Estas imagenes viva que he convertido en literarias las vi hace un tiempo en un documental sobre el comportamiento humano de base, en el cual hablaban diferentes personas de ambitos y horisontes diferentes, todas contaban sus trajedias y sus desventuras en algun momento critico de sus vidas, pero te hablo de momentos largos y verdaderamente estremecedores de la estructura que nos porta el alma. Ya no sé ni cuanto tiempo hace de eso, solo recuerdo que lo escuchado me causó tanto pavor justamente por yo mismo ser otro emigrante y vivir solo aqui en París, pero a la vez tanto orgullo de ver como hombres y mujeres solos se habian salido de sus cementerios vivos para emprender carreras alucinantes desde el punto de vista profesional y al punto de tene,r en el momento en que fueron entrevistados, unas vidas fascinantes…
Yo los describí juntand la generalidad de stos casos extremos, para fijarme a mi mismo en particular este mecanismo humano de defensa que consiste en batirse aunque nuestras caras desborden de lagrimas.. Pero sobre todo para que todo aquel que en un momento se vea abatido por la vida, que refelxione y pierda el miedo y que se lanse al mar con sus proyectos ya analizados.. Un besos y mil Gracias por tus palabras Gini…
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Amigo Tony: Resulta en ocasiones dificil entender, como corren los pensamientos intentando encadenarse con la exclusiva finalidad de convertirse en frases portadoras de ideologias o sueños que por causas diversas han permanecido ocultos en su espacio, a la espera de ser liberados con la grandeza que les corresponde.
La pasividad, llegado su momento, recibe la orden indicándole que debe abandonar ese estado tan cómodo, para enfrentarse con la incipiente batalla en el campo de las relaciones humanas…
Un abrazo.
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Conmovedoras y sabias palabras, Emi, si así te pudiera llamar, a defecto te las agradezco infinitamente desde el fondo de mi persona, directamente y al tuyo propio y firmando con un Tony C… Saludos desde Paris.
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