Con una barita mágica y una cesta de astros brujos, decidí
encantar al mundo en una mañana nostálgica; que me
anunciaba diluvios con lluvias de desesperanzas y truenos
sin fin de insultos, faltos de gracia y de magia.
Me lo encontré moribundo y perdido en sus locas ansias por
laberinto sin rumbo. Yacía en un suelo difunto tendido sobre
un mar bien turbio; lleno de tiburones con olfato que
acechaban a los buzos que intentaban explorarlo.
El cielo era un gris callado que nublaba un tiempo inmundo,
donde los cirros alcohólicos se emborrachaban en lujos y
se traicionaban impúdicos. O púdicos y respetuosos como a
algunos que hemos visto dirigiéndonos los tumbos; y
perdiéndonos con sus abusos.
Robando allí y por allá dando discursos para que crean que
es justo que el invierno es oportuno… Por eso primaveras
no tendremos; y veranos, ya veremos, si a alguno llega su
turno en algún futuro incierto… Que nos llegue sonriéndo,
sonriéndole al bien hecho.
Me lo encontré maldecido y llorando como un niño. Como un
mendigo acostado pidiéndole un rublo a un oso que en pasado
pudo dárselo; pero ahora quiere comérselo para calentar sus
deshielos…
Me lo encontré adolorido entre esas nieves de polvo atómico
que hoy no interesan a muchos…
Pero mañana veremos cómo se ahoga un sol mudo en la
ceguera de un sordo que pide a gritos un filtro, mientras se
ahoga desnudo vertido en rayos telúricos; que asustarán a
todo el mundo con sus falsos trinos de júbilo y su progreso
de obtusos.
Me lo encontré todo ilógico desenredando razones, y en
religiones pletórico y rezándole al fin de un siclo que se
creyera bonito poniendo a dios en remojos. Me lo encontré
todo roto y embadurnado de estorbos; y en un viejo diván
con morbo todo de amores vestido…
Había vivido de antojos dejando a los milagros churros, con
gusto estúpido a un humo que con hambre hacia castillos.
Me lo encontré soñando que se dormía encendido en su
bombillo ya oscuro; y que de principios divinos le dedicaban
un libro para que sirviera de ejemplo a la mala vida que hoy
vivimos.
Se quejaba de lo mismo que hacía tiempo habíamos dicho;
y se acordaba colérico y nos levantaba vacíos… Y gritaba
en un abismo para que los oídos sin vicios pudieran cambiar
de sitio a los humanos rendidos:
Que el hombre era un santo engendro de lo empedernido,
que se va madurando alérgico y que se desvive podrido;
como fruto del infierno que vive dentro de el mismo.
Y yo agarré mi vara mágica y mi cesta de astros brujos y me
los guardé en un bolsillo, y me fui a intentar a otros sitios
donde se escucharan los gritos de este mundo moribundo;
que se anunció un fin de ciclo, ya al principio de este siglo.
Para encontrar lo perdido junto a individuos incorruptos que
no se crean sesudos; y que tengan ganas de ver al mundo,
viviendo futuros lucidos.
Pic. by Ariel Arias.
Traveling Fashion Designers 🌼
vibraciones
Bitácora para gente que va leyendo a trabajar
Disfrutá de leer las nuevas novelas, cuentos, poemas y artículos del escritor y director de cine Adrián Gastón Fares.
CON LOS HILOS INVISIBLES DEL ALMA
Últimas noticias en español de Latinoamérica, Estados Unidos y el mundo
Vintage apparel for men and women including dresses, shoes, handbags, outerwear, intimates and accessories from the 1950s through 1980s.
sanación en Cristo
Poesía, relatos, novela romántica y otras hierbas. Graciela Giráldez
Blog oficial
La literatura es la mentira en la que más creo.
es tan real,,,,,,,,,,,,,el mundo esta no slo mudo,,,,,,ciego y sordo tambie,,,,,,,,,,,,,
Me gustaMe gusta
Andamos todos perdidos en nuestro propio rumbo Crist… y ya es más que penoso sentarse a vernos: pero hay que hacerlo!
Me gustaMe gusta