Estoy triste como una calle apagada y vacía al borde de una madrugada fría en un trópico indefenso y falta de sueño. Yo estoy triste por nuestras vidas que derivan como tinta salida de plumas partidas, porque ya más nadie mira arriba sin pereza: Y porque abajo, en sus centros de esfera, la tierra se calienta tanto como arriba, donde los cielos ya no llueven y las temporadas se funden unas dentro de las otras con histeria. Donde todo tiembla de indecencias y todo produce veneno y estiércol; yo estoy triste como costillas partidas dentro un cuerpo neutro y sufrido por las heridas infinitas de la vida.
Estoy triste por la envidia y la no concretización de los buenos actos comenzados, por los pedazos que van quedando de este mundo que hace trizas, por la desunión y la codicia, por lo terco, por lo necio y por lo absurdo y mal osado como las perfidias.
Yo estoy triste y no es noticia… ¡Pero esto no es solo cosa mia ya que la tristeza no es propiedad de mis arterias; y es dolor de mil familias!
Ya no se puede negar que la decadencia extrema que sin excepción viven todas nuestras sociedades terminará con todos nuestros sueños más queridos, y que un día de estos, al despertar, sentiremos una mezcla rara de faltas de sonrisas con café quemado al sol, contaminado de Auroras envejecidas por ritos. Por los ritos político-económicos y sociales practicados por los susodichos gobernantes de este mundo, que no es de ellos, ni de nosotros, ni de nuestros ancestros e hijos y que nunca será de nadie si se nos agota el agua y desaparecen las especies exterminadas por ellas mismas. Este mundo es de todos y todos nos débemos de cuidarlo, este mundo planetario entero y nuestra humanidad social. Estoy triste pensando a ese día en que se nos acabará todo de un tiro por la culata, por ese día en que la contemplación de la belleza se vaya al carajo y solo lo feo nos persiga, por las sonrisas ya perdidas, por la calma en veremos y por las vacaciones y la paz que ya se fueron a pasar mejores días en otros universos quizás hasta menos magníficos. Por la inmundicia laboral y social que nos retendrá en nuestras camas por el resto de la eternidad de la existencia humana.
Y ya esto tampoco es primicia, si lo repito es porque se necesita pensar… ¡Ya!
Y les pido que pensemos… Tenemos que pensar y rectificar de verdad y dedicar nuestras horas despiertas al mejoramiento global del comportamiento humano y al saneamiento del planeta y de nuestras mentes ya perdidas en pensares extraños, que por demás y por desmesurados, hoy rayan en lo vago de nuestros limbos casi hemipléjicos, que pierden tiempo como viles sujeto que un rey tiene envenenados. Yo estoy triste por la inteligencia comprada y vendida y aun mas por la pérdida de esta en cualquier cosa indefinida…
Tenemos que pensar y ya no a los partidos y a los poderes, hay que reflexionar a como dejar atrás la concatenación de malos momentos que nos consternan a diario, que son los que nos van a matar de infelicidad a nuestros nietos, si antes ya no lo ha hecho con nosotros mismos. Tenemos que convencernos “nosotros mismos” de que no vamos a ninguna parte con tantos líos, dilemas y chismes, con tantas ambiciones mal sanas y con tanta hipocondría desatinada y falta de orgullo y autosuficiencias sinceras. Ya que el cerebro humano no es una lámpara de Aladino, ni su tapis volante, ni un genio vivo convertido en monstruo matemático y físico, ni un cuerpo muerto extraviado en la demagogia, en el egocentrismo opulento y en el chovinismo del intelecto empobrecido por el desconcierto de los signos controvertidos, que desde el cielo nos hacen los dioses de lo que no vimos, o no vino.
Tenemos que trabajar sanamente y apurarnos para convencer a todos nuestros gobiernos haciéndoles comprender que los primitivos ancestros de la sociedad moderna no buscaban este infierno terrenal cuando se reunieron por primera vez para vivir juntos y en comunidad.
Hay que evitar que el progreso nos confunda y nos degrade, que la individualidad devenga egoísmo ya que ser hombre no significa ser necio. Y que ser nación no debe bajo ningún concepto hacernos olvidar que un himno y una bandera no autorizan los vejámenes ni la impostura, ni el racismo y las discriminaciones de todo género, ni la irreverencia ciudadana; y hay que hacerlo ya, antes de que nuestro sol interno se nos apague en el pecho, cundido e incendiado por las penas y por los triunfos malogrados, por la dependencia y la falta de inteligencia global. Tenemos que parar a esos susodichos genios vivos que nos hieren sin piedad y a los terroristas pone bombas hay que extirparles la vena del mal. Tenemos que pararnos delante de ellos y decirles que ellos no son el mundo y tenemos que hacerlo todos y gritando a una sola voz. Declarándonos antropólogos empíricos del ser vivo, declarándonos gente que aprendió con el sacrificio que en la vida no vale la pena llorar ni quejarse; y no como muertos sumisos, ni como amargados sujetos que no han descubierto que la vida no necesita de la negatividad destructora de estos tiempos. Tenemos que alegar que lo malo que hoy vivimos no es destino ni elección, si no memento perenne que nos ha sido impuesto por las tantas reverberaciones del mundo, por las guerras, por los mercenarios y esbirros del comercio de armas para matar almas inofensivas y animales descontentos. Y tenemos que hacerlo para dejarnos oír y para no seguir escuchando el mismo cuento al despertarnos, y tenemos que lograrlo sin triunfalismos predeterminados que empañen nuestros sacrificios. Hay que volver al concierto del verbo y a la decencia del enjuiciamiento justo y dejar atrás todo vestigio de inquisición. Y hay que creer que no todos somos malos y que podemos ser buenos si lo queremos, sino, sino nunca vamos a lograrlo.
¡Yo no estoy triste por mí! Yo no estoy loco, yo estoy cuerdo y por eso escribo tanto!
Es verdad que estoy muy triste por todo lo que veo que ocurre por aquí o por allá, por vuestros hijos y nietos por los míos y los que tendré. Por ese futuro estúpido que nos están deparando quienes nos gobiernan nuestros actos inconscientes. Por nuestros sentimientos muertos vivos y vivos muriendo en un circulo vicioso y empedernido. Por este mundo nuestro que nos acaba la vida inculcándonos sueños edulcorados que ya no intentan ni siquiera realizarse, por este fin de siclo vano que tiene que terminarse con sonrisas y no con llantos y quejidos. Por todos esos que desean vivir la vida trabajando, ok, pero sonriendo sin malicias maldecidas…
Yo estoy triste por Oslo, por Paris, por Moscú por Caracas y por Madrid. Yo estoy triste por Mr Washington y por New York, por Puerto Príncipe y por su hermano el puerto mendigo de la Habana, por Londres y por Berlín, por Addis Abeba y por Atenas, por Jerusalén, por la Meca y por otras tantas capitales y ciudades destruidas por la irreverencia inhumana. Por la ONU que ya no es nada y para nada nos sirve y por nuestras causas y casas, pobres o a medias; por las medias blancas, por las media sucias, por las bailarinas que se ponen zapatillas podridas que las hacen danzar al garete, por el campesino y el artista, por el obrero, por el constructor y por el médico. Por las casas destruidas por las inclemencias del tiempo y por las bombas jeroglíficas. Por la mala fortuna de los pueblos y por la buena de los ricos e influyentes que nos lavan el cerebro y desperdician nuestras inteligencias. Estoy triste porque los bancos nos gobiernan con miseria y porque los estados nos desgobiernan sin indulgencia.
¡Estoy triste por nosotros todos, separados y por igual; y por nosotros mismos juntos en la separación y la indiferencia total en la que vivimos! Estoy triste cuando vuestras ansias no ven a quienes las indignan y por las mías cuando no miran para adelante como se debe, para ver bien lo que viene…
Por el desenfado vano y por las alergias a la felicidad, por el Sida el hambre y la impunidad inmerecida, por las enfermedades y la intolerancia, por el racismo y la homofobia, por la violencia de género y por las drogas sonsas que nos ahogan en nuestras propias zozobras, por la falta de dinero y por todo el que estamos botando malgastado. Por lo mal votado y por lo impuesto por quienes se creen amos, por los regímenes dictatoriales y por los traidores subalternos que también salen del pueblo que los quiso. Por los secretos mal guardados y por los bien guardados por malos, por los malos y los buenos juicios errados.
Y estoy triste por Michael, por Amy, por los muertos del terrorismo, por Oslo, por Buenos Aires y por Santiago. Estoy triste por Maradona que tanto quise y que miren ahora como se reúne con los monstruos que nos destituyen el sueño para imponernos sus raros estados de orden. Estoy triste por Cuba, por el cáncer que vive nuestro pueblo y por David Servan que viene de morir batiéndose contra él mismo y por otros tantos que se batieron por ser verdaderamente mirados y respetados por sus gestos, sin haber nunca aspirado a ser mitos, ahora no que están muertos, ahora sí que son mitos, ahora que solo son restos de cuerpos antiguamente vivos.
Estoy triste porque Obama y Al Gore que nos confundieron la paz con un discurso enredado y porque el planeta se nos calentó y luego nos enfrió a todos en la crueldad innecesaria de la historia. Estoy triste porque García Marque que ya no sueña con la justeza de antaño y porque mientras pudo no nos convirtió sus “Cien años de Soledad” en un siglo comunitario vestido de pueblo, porque soñar no es un hecho que se comanda con sueños mal pensados; y porque en Nobel fue a ensuciarse a cualquier parte, haciéndose amigo de uno de los tiranos más tiránicos que la universalidad ha conocido. Estoy triste por Vargas Llosa y sus desmesuradas ansias de poder, porque me confunde la tinta y me parte mi pluma con la sangre incrédula de sus arterias, estoy triste por muchas otras cosas ya casi muertas por las conveniencias indebidas. Estoy triste por la humanidad entera que no sabe a dónde va, aunque aun no esté perdida.
Y estoy triste porque amo tanto que me confundo yo mismo cuando me siento mal besado u engañando por los sentimientos mal concebidos; por mí destierro, por el vuestro y por los demás desterrados que no encuentran tierra suya. Estoy triste por todos los humanos vivos y por todos los animales que el hombre mata para que los deje cultivar en paz, como si el hombre fuera el lobo del lobo y el lobo del hombre y el lobo no fuera nada mas un animal con cuatro patas; por los cánones occidentales y por la falta de apertura oriental.
Yo estoy triste y lo reitero una vez más, por todos los conocidos y anónimos que luchan día a día por conservar la paz, la decencia y la defensa de los derechos ciudadanos. Y que día a día se funden en lágrimas mirando que sus sacrificios son en vano y que inclusive los que entienden luego no obran en consecuencia de lo enseñado. Estoy triste por Martí, por Gandhi, por Luther King y por otros tantos que no necesito mensionar; y por todos los demás maestros incluidos los vuestros, los míos y mi madre que desde pequeño tanto intento hacerme visualizar los desmanes que el hombre mismo comete contra el hombre y contra su casa la madre tierra. Este bello planeta que hoy se cansa de esperar que un día lo amemos. Estoy triste por Japon y porque la energía nuclear nos matará si no decidimos erradicarla desde ya. Y estoy muy triste porque la prensa solo habla de guerras y de problemas, pero muy poco de fiestas, de Olimpiadas y de Conciertos y de nuestras sonrisas plenas de belleza que alegran las vidas enfermas.
De fiestas y de sonrisas tenemos que hablar y no de jornadas de trabajo tan largas como la existencia, pagadas a precios inferiores al del pan. De fiestas y sonrisas tenemos que hablar, de esas mismas que al mundo le recuperan los pedazos de vida muerta entre tinieblas. Y estoy contento por mis triunfos todos y por mis derrotas no violentas; y por todos los vuestros y por vuestras buenas decisiones propias y por vuestros buenos deseos de terminar con los problemas, con las lujurias y con las guerras…
Y estoy muy contento por vuestras sonrisas ingenuas, si hasta aquí llegaron leyendo mis tristezas, que quizás sean también las vuestras.
Picture By Ariel Arias.
Web du photografe: http://500px.com/ariasphotos
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si q me la hisiste ,,,,si me puse triste y termine con una carcajada,,,,,,,,,,felicitaciones!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
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jajaja candelaaaa… claro que hay que estar siempre contento Crist… that’s the quetion. Kisses!
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Thanks a lot Britney. Happy new year. Tony
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BESOSSSSSSS ESTOY REPASANDO
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jajaja besos Cristina, repasa, repasa que siempre es bueno recordar lo aprendido… jajaja
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Una sola palabra para describir tu escrito.
es … EXCELSO!
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Mil gracias por tu apreciación Isa, besoooss!!!
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