Rumores…
‒ Vendrán diciéndote un día que la luna se ha perdido entre capullos de hiedra que por un muro se empinan… – Que mariposas viajeras se han dado tragos de … Sigue leyendo
Presumiendo…
Presumiendo que sea cierto lo que dices, que de amor te estás muriendo, que no vives días felices. Que la historia que te hiciste ya no te sirve de nada, … Sigue leyendo
A ella yo la llamo vida…
Yo la llamo mil mañanas la desterrada de ansias, la semántica más bárbaras sin palabras rebuscadas; y envenenadas andanzas que una lagrima derrama cuando no quieren llorarla. Yo la … Sigue leyendo
Las letras de la luna…
Escucho letras lloviendo desde algún lado del cielo, y me pregunto que tengo, en que delirios me meto, que tiene mi pensamiento que se ha embrujado sin saberlo; que cruel … Sigue leyendo
Ingratitud.
Le traje versos un día, le traje ramos de estrellas, leña en fuegos y velas ebrias. Le traje caricias tiernas, miradas sanas y amor a ciegas, besos de almíbar y … Sigue leyendo
Las locas ganas del agua…
Por el Canal Saint Martin vi pescando a una fulana, no llevaba jeans ni nada y se le veía hasta el mañana cuando ondulaba descalza. Desvestía una bata larga … Sigue leyendo
Dudas consentidas.
Quizás los días de sonrisas duelen más que los quejados, quizás encuentres motivos para amarme con certeza, quizás me ha dicho la tinta en risas; y entre presagios traía la … Sigue leyendo
El Alba de un desenfadado…
‒ Mírenle la cara al Alba cuando unos besos le han dado, sus labios son como agostos con todo el cuerpo mojado, quemada por el verano; gustosa sola y nadando … Sigue leyendo
Los secretos de la ninfa embelesada.
Existe un lugar perdido entre la tierra y el cielo, donde una ninfa guerrera se da baños de consuelos poniendo cara de fiestas. Ella sola y sin tristezas, se llena … Sigue leyendo
La Rosa blanca gitana
A ella la llamaban La Rosa blanca, La Magdalena, La Bárbara y El Águila de cara gitana a la sonrisa bien ancha. La piel blanca que se extasía, y un … Sigue leyendo
Ni amor, ni odio, ni sombras…
Mis neuronales hormonas se dormirán algún día, cuando la muerte maldita venga a llevárselas todas y las acueste rendidas en el Diván de mi Alcoba, para decirles que es hora … Sigue leyendo